La principal consecuencia de la sordera es la dificultad, en mayor o menor medida, para detectar y comprender el habla, y por tanto para desarrollar el lenguaje oral cuando se da en un niño o una niña que aun no ha adquirido el habla.
Hoy en día existen prótesis auditivas (audífonos e implantes cocleares) que pueden paliar los efectos que producen la sordera, proporcionando a la persona sorda la gran oportunidad de usar su capacidad auditiva y desarrollar su lenguaje oral, elementos claves para una vida más autónoma e independiente.
Pero es de capital importancia la precocidad en el diagnóstico, y comenzar lo antes posible con el tratamiento.